¿Es bueno darle chupete a mi bebé?
Cuando nace un/a bebé, todo el mundo empieza a opinar: que si ponle gorro, que si no lo cargues tanto, que si el chupete es malo o es lo mejor del mundo… y claro, ¡terminamos con la cabeza hecha un lío! Lo primero que debes saber es que el chupete no es ni un ángel ni un demonio: tiene sus cosas buenas y también algunos puntos a tener en cuenta.
El chupete puede ayudar en momentos en los que tu bebé busca calmarse pero ya comió, tiene pañal limpio y solo quiere succionar para tranquilizarse. Además, algunos estudios dicen que usar chupete al dormir puede reducir el riesgo de muerte súbita del lactante.
Ahora bien, no se recomienda dar el chupete desde el primer día si estás amamantando. Lo ideal es esperar unas semanas (generalmente hasta que la lactancia esté bien establecida) porque al principio tu bebé necesita succionar de tu pecho para producir más leche y aprender a engancharse bien. Si se acostumbra demasiado pronto al chupete, puede confundirse y no agarrar bien el pecho.
Entonces, ¿cuándo darlo? Una vez que ya tienes la lactancia bajo control, notas que tu bebé se agarra bien y gana peso, puedes probar el chupete en momentos puntuales: para dormir, para calmarlo en un viaje o cuando simplemente necesita consuelo extra. Eso sí, no se recomienda usar cada vez que llore, porque a veces el llanto es señal de hambre, frío o necesidad de mimos. El chupete nunca va a sustituir tus brazos, ni a cubrir la necesidad de contacto de los/as bebés. Con el tiempo irás conociendo a tu bebé y detectando qué necesita en cada momento.
En resumen: el chupete puede ser un buen aliado si lo usas con equilibrio. No reemplaza tus brazos ni tu pecho, pero puede darte un respiro y ayudar a tu bebé a calmarse. Recuerda que cada bebé es único: si al tuyo no le gusta, no pasa nada, no fuerces; y si lo acepta, úsalo cuando sea necesario. También cada familia es única y tiene una realidad y unas necesidades distintas. Sea como sea, lo que decidas será lo mejor para vosotros/as.
