Dar el bebé en adopción consiste en renunciar a hacer de madre del/la bebé desde el momento del nacimiento. Para renunciar, la madre y el padre, si es que está, tienen que firmar unos papeles en los que renuncian al bebé. Esto significa que pierden todos sus derechos sobre el bebé, y también sus deberes, por lo que no lo podrán volver a ver, ni mantener contacto, pero tampoco deberán hacerse cargo de sus necesidades físicas, sociales ni emocionales.
Este trámite debe realizarse antes de 48 horas después del parto.
Si estás considerando esta opción, lo mejor que puedes hacer es pedir información en la primera visita médica del embarazo. El siguiente paso sería tener una visita con una o un trabajador social (Servicios Sociales), que te dará la información que necesitas y resolverá tus dudas. Es recomendable hacer estas consultas antes del parto ya que después hay poco tiempo para gestionar este trámite. Si por el contrario lo decides en el momento del parto, el área de trabajo social del hospital en el que des a luz iniciará el protocolo correspondiente.
Si durante el embarazo cambias de opinión simplemente tienes que decirlo y no firmar los papeles.
Una vez los padres biológicos han renunciado al bebé, el Instituto Catalán del Acogimiento y la Adopción (ICAA) comenzará a buscar una familia para el/la bebé. Para poder adoptar, una familia debe cumplir muchos requisitos para asegurarse que el bebé crecerá sano y se le cubrirán las necesidades físicas, sociales y emocionales. En el caso de Madrid se ocupa el Área de Adopción y Acogimiento Familiar del Instituto Madrileño del Menor y la Familia